Durante el primer tiempo se las arregló sin trabajar, adaptándose, recién llegada de un pueblo del Paraguay donde sus familiares, en condición de propietarios, se dedicaban a tareas de campo, la ganadería, los naranjales. Al nacer había pesado cuatro kilos, y lloraba mucho, lloraba por nada. La operaron, siendo beba, de una hernia de ovario, y ella sí que no se privó de padecer de todas las enfermedades comunes de la infancia. Hermanas y hermanos, mayores y menores, la escudaban. La madre, (...)