Doy un paseo por la (ahora) escueta blogosfera, dando un repaso a todos los blogs que me gustan, y me doy cuenta de que hay mucho desamor en estos momentos. No me extraña. Son malos tiempos para la lÃrica. Ahora lo primero que hace uno nada más levantarse es deprimirse, y lo segundo, pensar que todo va a salir mal. Es el ambiente que nos rodea. Como si nos hubiéramos quedado para siempre congelados en un asqueroso dÃa de la marmota donde hay 250.000 sabios dispuestos a explicarte por (...)