Esta noche tengo que ir a ver una obra teatral pro-taurina. Yo, que tengo veinte mil mascotas y he plantificado mi culo en otras tantas manifestaciones contra la tortura de los animales. Yo, amigos mÃos. Yo. ¿Motivo? pues porque no sé callarme a tiempo. Callarse a tiempo es una gran virtud. Una de esas que no aprenderé nunca.
Hora y cuarto de representación, sin descanso. Espero que sea una horita corta, como la de los partos. Le he prometido a Karlos que no resoplaré, ni (...)