– No es que no me guste lo que me acabas de dar -dijo Juanita poniendo cara de decir no cuando uno quiere decir si -es en realidad linda tu flor. -No es mi flor -replicó Pepito, colgando los ojos en la luna y el alma en la punta de una estrella que estaba cerca -es para siempre tuya, porque te la he regalado. Asà como te he regalado... -De verdad te creo todo lo que me dices -interrumpió Juanita poniendo en cada palabra un pedazo de su corazón- e inclusive creo que te estoy (...)