Llaman a la puerta, abro y lo primero que veo son unas hermosas rosas descansando en las manos de Atala, quien ha tenido la gentileza de traérselas a Roxana, mi esposa. A lo largo de la entrevista, nos damos cuenta de lo importante que son las flores y su aroma en la vida y en la poesÃa de esta sensible mujer. -¿Cómo se hace un poema, Atala? -Para que broten las "estaciones" -asà llamo a los poemas-, primero necesito estar en soledad. Amo la soledad para escribir. Una vez aislada de (...)