Dame tus horas tristes
y déjame que las pierda
en un jardÃn de algas.
Dame tus lágrimas amargas
y déjame que las mezcle
con la espuma de las olas.
Dame tus sueños negros
y déjame que los pierda
en lo mas profundo del universo.
Déjame...
– solo déjame estar a tu lado -
y seré sombra eterna,
Mojacar a uno de mayo del 2002