Una aspereza tibiade membranas sedientas y agraviadaserizan las cariciasen la ciega intemperie de tus manos. Ésas con las que hiñes las harinas,con las que anudas hebras minuciosasy racimos de harapos.Ésas que rozan las espaldas anchascuando tu hombre recuerda la ternuray habitan las guaridas del relámpago.El frÃo fija su estilete agudo sobre el refugio de tu amor descalzocomo si aún no fuera suficienteel bramido del rÃo desmadrado,la substancia extenuada de la yerba,los rituales (...)