Señor jefe: escrito a doble espacio,con copia a personal,según sus directivas tan estrictas y exactas,atentamente quiero explicitarle mi ausencia en su relojcuando sonaron las siete campanadas.Porque el dÃa nació, tÃmidamente, como nacen los dÃas, sin palabras, con los ojos sedientos de temblores y el horario sentándose en la cama.Pero, esta lluvia audazfue desflorandolas matas de azaleas, las acacias,las hiedras adheridas a los muroscon sus uñas de cal, (...)