Por mil novecientos doce, en noviembre, aun primavera, nacÃa en Rancul, La Pampa Doña Estanislada Adela. No hubo fortuna en su infancia, que siempre asà es la pobreza, y oyó a payadores gauchos que aun solÃan usar espuelas, y a su alma de niña dieron pulperÃa en vez de escuela. Y escribÃa como sonaba, con desmadejada letra, tanto que entender sus notas era dura peripecia. Recuerdo muy bien su rostro redondo como ciruela, y rojizo cuando un vino se agotaba en la botella; su (...)