Por este largo instante en que no estás. Reza el aire a mi lado, arrastra mis ecos con sus hojas, con esas que fueron ayer que no son hoy. Arañando el piso se llevan mi anhelo de inventarte, yo sé que se irán lejos, muy lejos. Con su andar de cascabeles rotos, con su triste andar también he de ir yo por esos mundos, coja de ti. No debieras faltarme, amor, y sin embargo queda un no ser que es relativo a todo. Duele. (...)