Desde que GarcÃa Lorca habÃa caÃdo, acribillado a balazos, en los albores de la guerra española, La zapatera prodigiosa no aparecÃa en los escenarios de su paÃs. Muchos años habÃan pasado cuando los teatreros del Uruguay llevaron esa obra a Madrid. Actuaron con alma y vida. Al final, no recibieron aplausos. El público se puso a patear el suelo, a toda furia; y los actores no entendÃan nada. China Zorrilla lo contó: –Nos quedamos pasmados. Un desastre. Era para ponerse (...)