A rojo el reloj
y las que duermen
A espejos el recuerdo
de las sutilezas dirimidas
en los rostros
Rostros de los cuerpos
que no condicen con la extemporaneidad
de la fuga
A rezo de Ana el amén
de la salud de una manzana
A desasosiego la deliberada
mirada sobre mÃ
No me requieras para amarte
hermana.