“Se equivocó la paloma... se equivocaba”... sobrevoló el acertijo por la playa. Las dunas solitarias, rebotaban palabras convencionales y útiles, para algunos, porque en definitiva las palabras suelen sobrar, pensaba Border, desde el parasol de la playa abandonada en Cariló. Cuando la temporada fallece, hasta las aves marinas se descuidan y descuidan. Border disfrutaba de esa instancia de soledad donde es posible la comunión con los sentidos. Nunca lo propuso como (...)