LA RAÃZ Y LA HOJA La raÃz, tan discreta,va observando hacia arriba,mientras la verde hoja,con inquietud, suspira.
Me quedo con la raÃz, con los suspiros he experimentado lo suficiente como para ansiar las profundidaes telúricas. Además, bajo la tierra habitan las auténticas sombras: la soledad de la muerte, los besos agostados, los armónicos del alma que, en reposo, entonan su balada a la eternidad. Sin batuta directora; sombrÃo silencio que algún dÃa me hará recordar cierto crepúsculo vespertino, al amparo de una parra, escuchando los gorjeos de un mirlo. Porque la muerte, amiga poetisa, no es más que un nuevo paso de la vida en pos de la diversidad. AsÃ, con el silencio del olvido, abonaré la tierra para que florezcan los tulipanes. La hoja para ti, Diana, que eres la verde pradera donde el sentimiento llama a la emoción.
Un abrazo.
Augustus.