El X-47B de Northrop Grumman, un avión no tripulado en fase de pruebas para la Marina estadounidense, se ha diseñado para despegar desde un portaaviones, descargar dos toneladas de armamento y aterrizar por su cuenta, con una misión preconfigurada, pero sin tan siquiera un pilotaje por control remoto. Los drones facilitan ciertas acciones militares de guerra mediante un ahorro de combatientes humanos.