En estos momentos está Karlos bañando a Simón y jugando al juego de los dinosaurios submarinos, asà que están formando una algarabÃa chipichapa de mil pares de demonios, y a mà me cuesta concentrarme en lo que estoy escribiendo. No es una falta de concentración de las chungas. Es de las otras. De las que sientes que se filtran por tu cabeza, pero no termina de parecerte malo. Me gusta cuando Simón y Karlos forman algarabÃa de bañera. Se rÃen mucho, y chapotean, y gritan. "¡NO (...)