Por Silvina Friera. (Publicado en Página/12.) “‘Elsy’ —como la llamaban sus amigos— asumÃa sin ningún complejo que andaba por la vida llevando una parte importante de su infancia. Jamás como una mochila pesada, sino como un tesoro valiosÃsimo. Si algo bueno le sucedÃa, se alegraba como una criatura. ReconocÃa con orgullo indeclinable que tenÃa un comportamiento infantil. Y sonreÃa, a toda honra, con ese modo tan suyo de desdramatizar una confesión (...)