Cuando yo estaba en plena etapa seducción-enchochamiento con Karlos, hablaba con él durante noches enteras de todos mis deseos, sueños, pesadillas, metas, insatisfacciones, frustraciones y demás chorraditas varias. PodÃamos tirarnos horas y horas, los dos tirados en la alfombra con una taza de café, hablando y hablando de nuestra vida presente, pasada y futura. Era bastante intenso. Cuando conectas con alguien de esa forma, es como esas escenas de pelÃcula tonta, en la que chico (...)