Cansado. ¡SÃ! Cansado de usar un solo bazo, dos labios, veinte dedos, no sé cuántas palabras, no sé cuántos recuerdos, grisáceos, fragmentarios.
Cansado, muy cansado de este frÃo esqueleto, tan púdico, tan casto, que cuando se desnude no sabré si es el mismo que usé mientras vivÃa.
Cansado. ¡SÃ! Cansado por carecer de antenas, de un ojo en cada omóplato y de una cola auténtica, alegre, desatada, y no este rabo hipócrita, degenerado, enano.
Cansado, sobre todo, de (...)