Hay que agradecerle a cada primero de julio no solo el inicio de la segunda parte del año sino la celebración del principio de una de las voces más intensas que ha dado la literatura latinoamericana y del mundo. Porque, vamos a hablar claro, aunque venere Rayuela y los cuentos de Cortázar, aunque me gusten tanto los laberintos de Borges, su poesÃa llena de sombra y tiempo, aunque celebre la enorme empresa verbal de Los detectives salvajes o El obsceno pájaro de la noche, (...)