1937 Ciudad de México Acude el pueblo a reÃr. En las carpas suburbanas de la ciudad de México, pobres teatritos de quita y pon, todas las candilejas iluminan a Cantinflas. —Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos— sentencia Cantinflas, bigote ralo, pantalón caÃdo, disparateando discursos a toda velocidad. Su desbocado palabrerÃo sin ton ni son imita la retórica de los intelectualosos y los politiqueros, doctores de mucho hablar diciendo nada, (...)