En tiempos de Herodoto (484-425 a. n. e.) significaba ‘enviado, embajador’; pero posteriormente desarrolló otros valores: en la traducción griega del Antiguo Testamento hebreo tomó la acepción de ‘enviado de Dios’ y fue con esta connotación religiosa que pasó al español. Sin embargo, desde 1884, el lexicón académico recoge: ‘propagador de cualquier doctrina importante’. Es en este sentido que se debe entender este calificativo referido a José (...)