Pobre Karlos. Tiene las cejas quemadas de tanto estudiar. Libros por aquÃ, tratados por allá, informes por acullá... En secreto (y en abierto) me alegro de que ya no tenga que trabajar jugándose el tipo por esos orientemundos de locolandia, pero la verdad es que está teniendo que echarle muchÃsimas horas de preparación para su nuevo destino. Ahora mismo tenÃamos que estar en el cine viendo Pacific Rim (sÃ, sigo pesadito con lo mismo) y aquà estamos. Yo blogueteando, y él (...)