Asà dedicó el italiano Antonio Fantucci su poema ’Mane, Domine, Nobiscum’ inspirado por la muerte del gran poeta español Miguel Hernández. Años más tarde, el Sumo PontÃfice Juan Pablo II publica su Carta Apostólica MANE NOBISCUM DOMINE al Episcopado, al Clero y a los fieles para el Año de la EucaristÃa 2004-2005. En su introducción comienza: “Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el dÃa va de caÃda» (cf.Lc 24,29). Ésta fue la invitación (...)
Muchas gracias como española, y alicantina de adopción, por tu interés y alarma, del todo justificados, pues vivimos tiempos, especialmente en esta zona de España, de abandono cultural por parte de las instituciones, si no de persecución al oponente.
Miguel Hernández sigue molestando y con él todos aquellos que amamos la libertad, la tierra y las gentes por encima de otros intereses espúreos.
Confiemos en la fuerza de la razón y la palabra, sin olvidar la lucha.
Saludos. Mercé S? nchiz