Y cómo no van a aceptar los ciudadanos que eso suceda si a cambio obtienen la certeza de vivir seguros.
La voz «seguridad» seduce a la vez que tranquiliza: las autoridades nos garantizan la seguridad, aunque para ello incurran en provocarnos alguna molestia como la pérdida de libertades o menudencias como renunciar a la dignidad y la autoestima. Las autoridades nos protegen asà de unos asaltos mientras nos perpetran otros.
«Seguro» procede del latÃn securus y se formó sobre (...)