El éxito del suicido depende del método elegido. Por supuesto, se ha de estar bien seguro de que se quiere dar ese paso, porque eso de quedarse a medias siempre da mala fama. Pero sigue siendo la forma de llevarlo a cabo lo esencial, nada de esos ahogos solitarios en la bañera, o ahorcamientos en hoteles de tercera clase con el pestillo pasado por dentro, para no hablar de las aberturas de venas en cementerios desolados, que sólo sirven para restarle poesÃa al momento supremo del (...)