Él espera la llegada de las sombras. La oscuridad proveerá el encubrimiento que desea. Por eso se asegura primero de que caiga la noche Se sienta a tomar té de hojas de olivo junto a la ventana en el segundo piso de su casa, para ver la puesta del sol y tomarse su tiempo. Jerusalén es un encanto a esta hora. La luz del sol pinta las calles empedradas, matiza de oro las casas blancas y embellece la silueta del macizo templo. CONTENIDO
1. La conversación más famosa de la Biblia 2. (...)