Llevamos todo el dÃa de amantes de Teruel, tonta ella y tonto él. Que si cuchis por aquÃ, que si cuchis por allá. La culpa es mÃa. Tengo un dÃa de pico y me duele todo. Quizá resultas del dÃa de ayer que no dormÃ. Tampoco por la noche. Eran las dos de la madrugada y ahà estaba yo, tieso y con ojos de lechuza. Quizá porque Karlos no estaba. Quizá porque habÃa demasiados gatos y perros pegados a mi culo. Quizá porque tenÃa calor. Pis. Hambre. Yo que sé. No logré dormir más (...)