Cuando me unà a Toyota después de dieciocho años trabajando en el sector del automóvil en Estados Unidos, no sabÃa exactamente lo que me esperaba. Pero estaba animado. No estaba cómodo con la dirección que la fabricación de automóviles americana estaba tomando, y presentÃa que en Toyota podrÃa ser distinto. Enseguida me di cuenta de la diferencia fundamental entre Toyota y las empresas en las que trabajé previamente. En la planta fruto de la joint venture entre Toyota y GM, (...)