En el bar donde televisan los partidos del domingo, el aficionado madridista abandona su grupo de amigos y, tras avanzar los seis pasos que lo separan de la barra, se aproxima a una mujer que, sentada sobre un taburete, exhibe cara de preocupación y bufanda rojiblanca tras la derrota de su equipo ante el Levante:
—¡Menuda faena, Lorena! La verdad es que me va a dar lástima que os acabemos birlando el tÃtulo en la última jornada.
—Creo que te confundes. —La chica (...)