AquÃ, la ponderación del tiempo, el cómputo sin pausa, el paso del tiempo, la suprema densidad, aquÃ, del tiempo.
El choque inmediato de la contemplación, de cara a una obra de Antonio López-GarcÃa, es el choque súbito con la faz, con la materia misma del tiempo.
Una sustancia densa y diacrónica (no la pátina amarillenta del arcaÃsmo) inunda, sustenta y aclimata el lugar común, el suceso diario, la temperatura hodierna — diremos con Heidegger — de estas escenas (...)