Ayer me reencontré con los concursos de pintura rápida. No habÃa pintado en ninguno desde el de Murcia, antes del verano. Asà que hice un paréntesis en mi tarea de pintar la ciudad de Cartagena, me cogà los artes y puse rumbo a Cazorla. Por un error en el cruce, pasé por el impresionante puerto del Santuario de la Virgen de Tiscar. Aún no eran las siete de la mañana, no habÃa amanecido y miles de personas subÃan aquellas curvas sin fin, andando, iluminadas con linternas. Era, (...)