Cierra los ojos. En algunos momentos uno puede vaciar de interferencias los canales de percepción y empezar a advertir las imágenes que uno tiene ante sà con una visión curiosa y reconfortante. Igual que estás leyendo estas palabras o recuerdas algo poderoso que cambia tu estado emocionándote, puedes pararte un segundo y empezar a darte cuenta de cómo algunas obras son percibidas no sólo por los ojos sino que parece que fueran acompañadas por un sonido o como si los colores te (...)