Cuando el nombre de un artista se aplica a sus obras de creación, se mantiene la mayúscula y no son necesarias cursivas ni comillas: un Van Gogh, un Mondrian, dos Picassos…
Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Hacienda descubre un ‘van gogh’ en la caja de seguridad de un defraudador», «Un ‘mondrian’ que quiere ser el más caro del mundo» o «Los multimillonarios chinos, adictos a los ‘picassos’, (...)