Don Miguel de Unamuno llama «la sangre del espÃritu» a la lengua, y Heidegger la denomina «morada del ser». Gabriela Mistral decÃa que «la lengua es la segunda posesión nuestra después del alma, y tal vez no tengamos ninguna otra posesión en este mundo».
Es que, en efecto, el lenguaje es el medio que hace posibles todos los logros del ser humano. Sin él, nada de lo que este ha pensado o inventado podrÃa haberse conservado o transmitido. El lenguaje conserva la herencia (...)