Trajeron la tele gigante. Estaban poniendo Dirty Dancing. Me quedé embobado mirándola hasta el último tÃtulo de crédito. Y eso que forma parte de mi lista de pelÃculas mierder (con perdón) que le gustan a todo el mundo menos a mÃ. Pero veÃa todo tan grande... tan luminoso... tan tirititrán... Luego llegó Karlos a despertarme de mi trance hipnótico y me dijo que habÃa llamado para que nos la cambiaran porque tenÃa una rayita negra de 2 mm. en un lado de la pantalla. Diez (...)