Pilar se entretiene en un jardÃn junto a otras mujeres, todas vestidas con túnicas blancas, en el cuidado de las flores que lo pueblan. Una joven se acerca a ella y le dice que el Señor quiere hablar con ella en el momento que pueda. Pilar se demora todavÃa un buen rato en el jardÃn y después acude a un despacho en el interior de un gran edificio, todo en blanco. Llama a la puerta y abre al oÃr la voz del hombre en el interior que le da permiso para entrar. El hombre, vestido de (...)