Sin pecado concebida. Padre, hace quince años que no me confieso. Cuando lo hacÃa eran pecados veniales, pero ahora es distinto. Tengo que pecar mortalmente y no me voy a arrepentir. Quiero sentirme con la conciencia tranquila. Acudo para explicar mi pecado. En la cabeza me retumba hace tiempo matar a mi esposa. Todo está justificado. Me casé con una mujer que pesaba cincuenta quilos y medÃa un metro sesenta centÃmetros. Ahora pesa noventa quilos. TenÃa los cabellos largos con rizos (...)