Ya he vuelto de mi endocrina. Tal y como era de esperar, me odia bastante. Y tal y como era de esperar, no he ganado ni un miligramo y mi colesterol desborda por el ombligo. Es la cuarta vez que voy a verla con el mismo resultado de análisis y las mismas ganas de conquistar el mundo de la lechuga. La primera vez me animó mucho y me llenó de buenas expectativas. Ahora ya me mira con cansinismo y expresión de "tú otra vez." Intuyo que hace bastante que dejó de confiar en poder (...)