Atchús (prometo averiguar su nombre real un dÃa de estos) ha venido esta mañana con una cotorrita. Se la encontró tirada en la calle herida, asà que la recogió, la curó y se la trajo a los niños. A Atchús le flipan los pájaros. En el balcón de su piso-armario de una habitación y media con cocinabaño, tiene 13 jaulas de pajaritos varios. Yo no comparto ese amor. Los pájaros me gustan en el cielo. He oÃdo veinte veces el argumento ese de que libres enseguida morirÃan. Y (...)