El arte abstracto sigue interviniendo la ciudad de Las Tunas. Los artistas de la plástica se han tomado en serio lo de dialogar sin figuraciones. No les interesa. Es mejor aludir que explicitar. Los temas parten de lo real una veces, otras de lo psicológico; pero la intención va más allá de lo puramente visual para aprehender voluptuosidades en la pincelada, el gesto, la materia... En Radimis Borges Tamayo (Las Tunas, 1968), la abstracción lo acerca a la ciudad como el viajero sediento del (...)