Estaba leyendo el asunto del ni?o de Olot enfermo de difteria. Precisamente hace unas semanas llevamos a Mar?a a vacunar de difteria, polio y nosecu?les m?s porque ya le tocaban, y estuvimos hablando de eso. De los antivacunas y del peligro que encierra el volcar en tus hijos tu propia ideolog?a. Me da igual cu?l. Eso es lo de menos. El caso es que caemos una y otra vez en el error de pensar que tenemos un poder en nuestras manos para con nuestros hijos. Un poder irreal. Porque no. (...)