Por la mañana, a las ocho, la tÃa propina unos suaves golpes en la habitación en donde duerme Santiago. "Sal a desayunar, que me tengo que ir a la papelerÃa", le dice. "Ya voy", contesta el joven. cuando entra en la cocina, su prima LucÃa y su madre desayunan. La tÃa se levanta y prepara un tazón de café con leche a Santiago. En la mesa hay bollos y magdalenas. "¿Has dormido bien?", le pregunta su prima con cierto retintÃn. "Me costó, pero al fin cogà el sueño", contesta sin (...)