Van a hacer una exposición de fotografÃas en mi trabajo, en plan “qué majos somos, qué bien nos llevamos y mira qué cosas tan cuquis hacemos entre todos.” Yo ya no participo nunca en estas cosas. La última chorrada grupal que me comà fue el paintball. Después de aquello, ya empezaron las discusiones de nóminas con mis jefes, me declaré en rebeldÃa y pasé a implicarme en las cosas departamentales con la alegre emotividad de un ficus. Pero ha sucedido que por ser un (...)