Budapest representa en si misma un magnífico museo al aire libre, pues en cualquiera de sus calles o avenidas se puede disfrutar del arte en su sentido más extenso.Así, bellísimas fachadas engalan sus amplios bulevares, con exornados arquitrabes, intrincadas nervaduras, cadenciosas columnatas, apaisados frisos, elegantes balconadas, o enmarañados enrejados. Nada escapa a la improvisación, pues parece como si la ciudad estuviera preparada en todo momento para recibir la visita de viajeros, (...)