31 de Agosto de 1997, cementerio de Montparnasse, lugar de encuentro de los intelectuales, de los marginados, de los amantes de la literatura, de los nostálgicos. Recorro los pasillos de este lugar de recogimiento y de paseo. Busco lo que está enterrado pero vivo en el fondo de mi corazón; todos estos seres ilustres que me hicieron soñar durante mi época de estudiante, durante mi juventud. Encuentro enseguida la tumba de Gainsbourg, la de numerosos artistas, escritores, la de Sartre y (...)