Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. BastarÃa un hecho para probarlo, en todo caso: En un campo de concentración un ex pianista se quejó de hambre y entonces lo obligaron a comerse una rata, pero viva. No es de eso, sin embargo, de lo que quiero hablar ahora; ya diré más adelante, si hay ocasión, algo más sobre este asunto de la rata.
El Túnel - Ernesto Sábato
Estoy acostumbrado a la manifiesta extrañeza de muchos de aquellos que me (...)