EL GRITO Vuelvo a oír aquel grito ardiente e infinito sembrado entre las rocas inertes de tu boca. Respira el grito amargo entre tus cabellos largos, oscuros y ondulantes, esperando anhelante. ¡Grito escurridizo! Que me vuelves enfermizo, ¡Psicodélico poder! ¿Por qué has de volver? Porque intrusas en tu cabeza la desesperación y la tristeza, se condensan en tu mente como en mi sueño recurrente. El brillo se ha esfumado de tus ojos ya cansados reflejando en el olvido el mundo (...)