La forma en que se han ido desarrollando y siguen desarrollándose los acontecimientos al interior del paÃs permanecen en el limbo para los hondureños, pues los medios de comunicación locales ignoran su obligación informativa, por colusión los más y por coerción oficial los menos.
En este sentido, nunca se habÃa sufrido en Honduras una violación tan profunda y masiva de la libertad de expresión, debido a la intervención gubernamental, ni en las más oscuras épocas de franca dictadura, y que ahora encierra a la sociedad hondureña en una auténtica burbuja, lo cual constituye un caso incuestionable del protagonismo del “latifundio mediático”, en su condición de actor consustancial del golpe de Estado.