En los dÃas difÃciles
Como del torrente de Dios
Me engaño creyendo que en el cielo
Hay una capital alegre y limpia de asesinos
En los dÃas difÃciles
DÃas también del mal vivir y el cuerpo solo
Echo a correr mi lengua
Y no digo que no hay disfrute en mantenerte viva
Porque al igual que el amor
Nada parece lo que engendramos
Nada es tibio y fugaz
Dos metros bajo tierra.
Tomado del libro “La dicha enferma”, editorial Letras Cubanas, colección Pinos (...)